lunes, 25 de noviembre de 2013

Griselda Rulfo


Discriminación  

La vi, cabizbaja
enrojeciendo de sudor
cubierta
cuando las voces infantiles
la llaman gorda.
Y ella
desvariando
el rechazo
que la anula
hasta despedazar
su alma
se esconde de los otros
entre columnas
de vergüenza.


            S / T

Una sierpe de gasa
        gris enlutada
circundó
el óleo
que la piel
exuda.


Mortaja de voces
silenció
el recuerdo.


Y ella
atisbó
el alma
cuando el espacio sutil,
envolvió

su cintura.

4 comentarios:

  1. Y no solo los niños Gris...también los adultos...el segundo poema , me deja una sensación de finitud pero también de plenitud. Gracias!!

    ResponderEliminar
  2. Bravo! Griselda, esa voz que ya no pasa desapercibida.
    besos amiga

    Lily Chavez

    ResponderEliminar
  3. HOLA POETA, estimada, me encantó su poema primero. Tan bien acompañado por imágenes que tocan, este y otros temas relacionados con la discriminación, apuntan a aliviar y a remarcar a un tiempo, las miserias de los humanos, si tomamos en cuenta lo que el escritor pinta para que de la lectura se derive a la música del pensamiento, y las correcciones posibles. un abrazo. felicitaciones. marta comelli

    ResponderEliminar
  4. Dos temas donde el lenguaje poético se erige soberano, desde la segregación de las etiquetas hasta la tenuidad de los atisbos y el " silencio que borra el recuerdo".
    Preciosos.
    Felicitaciones a la autora.
    MARITA RAGOZZA

    ResponderEliminar