miércoles, 6 de junio de 2012

Miguel Crispín Sotomayor. Cuba.



Miguel Crispín Sotomayor


Unos poemas para Artesanías Literarias. 03.06.12

BREVE TESTIMONIO GENERACIONAL
A mi generación, muchos ya no están, pero estuvieron.

Yo conocí a un pueblo sembrado de ignorancia
y me fui a combatirla con libretas y lápices.

Conocí los cañones treinta y siete milímetros, las marchas
y los tiros nocturnos tendido sobre el lodo y arriba un temporal.

Y aprendí a distinguir entre estrellas y aviones,
lo que es un hombre rana y qué las noctilucas, a  controlar el miedo.

Conocí los resbalo en empinadas lomas y el café recogido
voltearse del morral en medio de la lluvia  y truenos estomacales.

Las frías madrugadas
y al mediodía el sol derretir el cerebro en un cañaveral.

Yo conocí el hambre con dos mudas de ropa para vivir el día. Y otra para hospital,
velorios y festejos. Los zapatos de yute con suela de madera, “estilo japonés”.

Conocí a luchadores que fueron guerrilleros y luego asesinados
por fuerzas represivas de alguna dictadura.

Conocí la miseria de los negros africanos, la crónica malaria y su tuberculosis,
y a niños disputarles la comida a los perros , en tachos de basura.

Yo conocí, lo que nunca se olvida.
: : :

¡TANTO ME GUSTARÍA!
A las víctimas de bestiales represiones
 y de los desastres innaturales.


Me gustaría escribir de tantas cosas.
De la mecedora que entretenía a mi abuela,
del bastón de mi abuelo,
del portal de mi casa,
del carruaje  con imaginarias princesas.
De las primas
que de amor me ahogaban
con nueces y avellanas en cada Navidad
o de la perra Cuqui, siempre tan fiel y cariñosa
o del gato que mordisqueaba flores.
Recordar en letras a Torito, aquel burro
indisciplinado, independiente. Tan libre
y  soberbio  hasta la mala voluntad del jinete.
Escribir, además, con porte de alma celestial.
¡Cuánto me gustaría!
Pero estas terribles injusticias y guerras
y estos malditos desastres innaturales,
roban mi libertad de pensar
en otras cosas.

: : :

Hay golpes en la vida, tan fuertes... ¡yo no sé!
César Vallejo.

ARMADO DE UN DOLOR CASI PERFECTO

Trato de que bajes la mirada,
de que pongas los pies sobre la tierra,
para hacerte más suave la caída
y te olvidas
de que el tiempo gira y gira
y sigues empeñado en descubrir nuevas estrellas.
Te invito a escoger las utopías,
a abrir de par en par las puertas y ventanas;
a disfrutar el Sol, aun con eclipse
y sigues empeñado en lagrimear bajo la Luna.
Trato de consolarte y no hay consuelo
que te lance de nuevo a los caminos.
Tú te empeñas, amigo,
en continuar paseando las veredas
armado de un dolor casi perfecto.

Sé que hay dolores tan fuertes en la vida,
que la fe se pierde así, así de golpe.

: : :

LA PRUEBA

Para Pablo Armando Fernández,
en sus 80 cumpleaños.


La Prueba, no es Delicias:
con humo en chimeneas,
olor a miel de caña y a cachaza.
La Prueba no es poeta,
no tiene a un Pablo Armando
que la ventile al mundo,
con su luz y lealtad.
La Prueba es un pueblo
de caballos y espuelas,
de polvo tras las ancas y casas empolvadas.
De bares y machetes,
de circo y de tiovivo.
La Prueba son tres calles.

La Prueba fue rebelde,
lo cuentan sus caminos,
sus vivos y sus muertos.

: : :

5 comentarios:

  1. Hermano , que gusto encontrarte aquí , cuan cierto es " hay golpes en la vida tan fuertes...." que te hace pensar en los catecismos apócrifos de la infancia.
    Bellos poemas, Crispin , te acuerdas de la leyenda que te conté del Crispín ?? de aquí , mi tierra.
    Un abrazo .
    amelia

    ResponderEliminar
  2. El poeta le canta a la vida con "su dolor casi perfecto". Admiro la sencillez de su lenguaje con el que puede crear imágenes conmovedoras.
    Gracias Miguel Sotomayor.

    Ofelia

    ResponderEliminar
  3. Potente, así caen las palabras para recobrar la realidad y esa acotación maravillosa que dice Ofelia (no podía ser de otra manera) "dolor casi perfecto" y esa sencillez que además es propia de tu tierra. Me encantó encontrarte aquí, hace mucho que nos comunicamos, no nos contamos cosas, no nos mandamos esos mails largos largos y sabrosos , tal vez esto sea ocasión para volver a encauzarnos, un abrazo


    Lily chavez

    ResponderEliminar
  4. Te seré sincera. No te conocía. Me gustó mucho lo que decís y cómo lo decís (sí, claro, se entendería mejor si dijera dices en lugar de decís pero no puedo dejar de ser rioplatense). Eso no quiere decir que no sienta al mundo. Creo que soy internacionalista y rioplatense.
    Es por eso que me gustó tanto lo que escribiste. Con sabor a ron y caña en tus palabras, haces sentir el abrazo sin fronteras. Muy bueno.
    Cristina Pailos

    ResponderEliminar
  5. Es maravilloso saber de vos desde tus poemas, Miguel. No los había leido aún y me han hecho bien al alma. Gracias Amigo! DORA

    ResponderEliminar