sábado, 29 de mayo de 2010

MARTA JULIA RAVIZZI

 NIÑO COYA

                                                        Esta Tierra                                                                    


Desde el límite imperceptible del destierro,
un hilo entreteje las horas cargadas de amnesia.
Un telón transparente
intenta tapar lo que se muestra, esconder lo absurdo , lo evidente.
Hay marcas,
días perdidos en un almanaque sin sorpresas,
todos están pintados de negro.
Sin domingos, sin festejos.
Huella que recoge la lágrima
mueca que intenta encoger los hombros para que no se note.
El punto específico,
dolor que grita
que nombra
que estalla.
Un fusil apuntando en el medio, debajo del latido.
Punto bermellón que inunda la fe en uno mismo. Allí empieza
el desarme del camino y como un títere sin hilos,
se nos caen, una a una,
esperanzas,
ilusiones
y sólo queda esta sensación de no pertenencia,
sabor acre que se escapa de la palma de la mano y se deshace.
Entonces lo llamamos destino.
Al querer acaparar y retenerlo
hay uñas que se clavan en las palmas
entonces entendemos.
Esta tierra ya no nos pertenece.

tomado de su blogspot

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4 comentarios:

  1. En el desdecir somos puros reflejos avalorios que pisan en falso la gran verdad de la existencia. Muy Logrado
    Celmiro Koryto

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  2. siento que este poema es un poco la palabra de todos. cuánto desencanto. cuánta realidad en un texto poético que perfora. susana zazzetti.

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  3. olga cabrera ladu29 de mayo de 2010, 20:42

    MARTA JULIA:cuanta certeza en el decir de este poema lo cual no es fáciel poetizar. Muy bueno!!!
    Mi cariño

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  4. Marta, no le pedí permiso para publicar su poema, pero lo leí en su bolg y me impresionó. cREO QUE EN EL PECADO DE LA PUBLICACIÓN PURGUÉ MI "CULPA".
    uN SABOR TRISTE Y POÉTICO AL MISMO TIEMPO.
    Andrés Aldao

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